sábado, 27 de noviembre de 2010

Animales Tramposos

Lo primero que se nos viene a la mente al escuchar la palabra tramposo es una estafador, un atleta y en sentido ambiguo un político. Un tramposo se define como un individuo que se basa de trucos para lograr un objetivo, entren o no estos trucos en el marco de lo que se considera justo, y sin importarle lo que sus acciones puedan provocarle a los demás a su alrededor, todo con el fin de obtener un beneficio o cumplir su meta.


En la selvas y bosques encontramos tramposos de la naturaleza. Una de los favoritos es el zorro, caracterizado por su gran excusa es un buen estafador, especialmente con las aves el cual se vale de trucos para alejarlas de sus nidos y apoderarse de los huevos. Otro aprovechado de su astucia y de su suerte es el mono hanuman el cual vive en las cercanías de un templo dedicado a un dios con su mismo nombre el cual según la religión local es el protector de esta especie por lo cual las personas se siente en la obligación religiosa de no tocar a estas especies, lo cual es aprovechado por estos monos para saquear comida y lo que sea de su antojo.



Algunos animales posen características físicas para ser tramposos, como es el caso de las tortugas mordedoras las cuales cuentan con una lengua especial para atraer a sus presas, esta lengua tiene la forma de una lombriz la cual atrae a los peces a las poderosas mandíbulas de este depredador. En esta categoría de tramposos podemos ubicar a las luciérnagas hembras las cuales usan la luz que producen de su abdomen para atraer a los machos para aparearse, aunque algunas veces usan estas señales para atraer a los machos y devorárselos.


Algunos animales engañan usando el arte del disfraz, como los camaleones y las orugas. Las orugas poseen camuflajes especiales para mezclarse con su entorno, pero también algunas especies toman toxinas de las plantas que consumen y cubres los vellos de su piel con estas para defenderse, una especie de oruga carnicera se disfraza de tallo para atraer presas y luego las ataca y las consume.


Un caso resaltante de engaño es el que hace la zarigüeya la cual finge que está muerta, esto lo logra entrando en un como inducido cuando se siente amenazada, emite una feromona que huele mal y tiene una coloración verdosa lo cual engaña a los depredadores ya que estos prefieren carne fresca y este les da la sensación de estar descompuesta y de ser un potencial deposito de enfermedades por lo tanto se aleja y la deja en paz.


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